Una Noche y Dos Bares
Es increíble que haya pasado tanto tiempo de ese maravilloso encuentro, fuimos sin tener muchas esperanzas que durara la velada, con nuestros cómplices atentos a nuestra llamada que nos salvaría de la situación y entre charlas, música, historias nos olvidamos de los miedos y dimos el aviso que todo estaba bien.
Nos olvidamos también del tiempo y las personas a nuestro alrededor disfrutando de nuestras miradas y palabras. Sin darnos cuenta se nos fue la noche, la luna le dio paso al astro rey para iluminar un nuevo día. Así fue como pasamos una noche en dos bares para darnos cuenta que no queríamos decir adiós.
Se hacía la hora en la que debía ir a trabajar y te ofreciste a acompañarme. Tomaste mi mano mientras caminábamos y mi corazón latía tan fuerte que creí que saldría de mi pecho.
Llegó el momento de despedirnos no sin antes decirnos que era un hasta luego y fue ahí cuando te robé un beso, ese primer beso lleno de anhelo y promesas, ese beso que esperó toda la noche y el cual me habías pedido y yo negué porque quería que fuera especial.
Siempre recordaré esa noche, esos dos bares, ese primer beso, ese comienzo de una maravillosa historia, la nuestra.
Antonella
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